LA MANSIÓN WINCHESTER: UNA OBRA SIN FIN PARA APACIGUAR A LOS MUERTOS

La Mansión Winchester, situada en San José, California, fue construida por Sarah Winchester, heredera de la empresa de armas del mismo nombre. Tras la muerte de su esposo e hija, Sarah consultó a un médium, quien le indicó que su familia estaba perseguida por los espíritus de las personas que murieron por rifles Winchester. Según este consejo, debía construir una casa que nunca se terminara para evitar la venganza de esas almas.

En 1884, compró una propiedad de ocho habitaciones y comenzó su expansión. Durante 38 años, la construcción se mantuvo activa sin interrupción. El resultado fue una estructura con características inusuales: escaleras que no llevan a ningún sitio, puertas que se abren al vacío y ventanas instaladas en lugares inusuales. Estos elementos habrían sido diseñados para confundir a los supuestos espíritus.

Al morir en 1922, la casa contaba con 160 habitaciones, aproximadamente 10,000 ventanas, 2,000 puertas y decenas de chimeneas. El diseño caótico reflejaba las creencias de Sarah respecto al más allá y la posibilidad de redención mediante la edificación constante.

Actualmente, la Mansión Winchester es un sitio turístico y ha sido reconocida como monumento histórico. Existen testimonios de visitantes que aseguran haber vivido experiencias paranormales, lo que ha reforzado la narrativa en torno a su origen.

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