FUROR GLOBAL POR EL MATCHA PROVOCA ESCASEZ Y ALZA DE PRECIOS

El consumo mundial de té matcha, impulsado por redes sociales y el turismo en Japón, ha generado un incremento acelerado en la demanda de este producto tradicional. Cafeterías y minoristas en países como Estados Unidos han reportado agotamientos frecuentes del suministro. Empresas importadoras informan que pedidos que antes cubrían un mes ahora se consumen en pocos días, mientras algunas tiendas japonesas restringen las compras debido al alto flujo de visitantes.

El aumento del consumo coincide con problemas en la producción. Cultivos afectados por olas de calor, escasez de agricultores jóvenes y los métodos tradicionales de elaboración han limitado la oferta. El matcha de calidad requiere un proceso lento y especializado, desde el sombreado de hojas tencha hasta la molienda en molinos de piedra. Kioto, una de las regiones clave en su producción, ha reportado cosechas reducidas. Además, la reciente imposición de aranceles del 15 % por parte de EE.UU. ha elevado los precios de exportación.

La alta demanda también ha generado preocupación por el uso indiscriminado del matcha de mayor calidad en recetas y productos industriales. Asociaciones del sector promueven un consumo más consciente y diferenciado, recomendando reservar el matcha premium para ceremonias tradicionales y utilizar versiones de menor calidad para cocina. Algunos especialistas advierten que la especulación y la reventa están distorsionando el mercado y afectan el acceso al té tradicional.

Pese al contexto actual, productores y comercializadores estiman que la tendencia podría estabilizarse en los próximos años. La expansión del cultivo y una mayor educación sobre los tipos de matcha podrían equilibrar la oferta y reducir la presión sobre los precios. Mientras tanto, el auge del té verde japonés sigue marcando pauta en mercados internacionales.

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