Frida Sofía Guzmán Muñoz, nieta de Joaquín “El Chapo” Guzmán, reapareció ante las cámaras para hablar públicamente del impacto que ha tenido su apellido en su vida, al tiempo que da los primeros pasos en su carrera como cantante. La joven, de 20 años, abordó directamente los señalamientos que ha enfrentado por su vínculo familiar con el exlíder del Cártel de Sinaloa, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.
Durante una entrevista para el programa “Siéntese Quien Pueda”, Frida presentó su nuevo sencillo Andas Contando, una colaboración dentro del género grupero junto a la cantante Ceci Millán. En el mismo espacio, fue cuestionada sobre cómo vive la carga pública y mediática de llevar el apellido Guzmán. La respuesta fue contundente: “No tengo por qué avergonzarme”, aseguró. Agregó que ha sido juzgada por quienes la relacionan con acciones que no ha cometido y que no la definen, pero subrayó que se ha rodeado de personas que no la ven como una extensión de su abuelo.
El nombre de Frida ha generado interés no solo por su parentesco directo con “El Chapo”, sino también por su relación con el boxeador Julio César Chávez Jr., quien se casó con su madre y la ha criado como su hija. La cantante expresó que su entorno más cercano la ha apoyado en su desarrollo artístico y personal, permitiéndole avanzar sin negar su origen ni permitir que este defina su futuro.
Frida nació en septiembre de 2005 en Culiacán, Sinaloa. Es hija de Édgar Guzmán López, quien fue asesinado en 2008, cuando ella tenía tres años. Posteriormente se trasladó a Estados Unidos junto con su madre, Frida Muñoz. Desde entonces, ha desarrollado interés en la música y ha participado en concursos de canto, buscando posicionarse dentro del género regional mexicano. En diversas ocasiones ha manifestado su admiración por la fallecida cantante Jenni Rivera, a quien considera su principal inspiración artística.
La aparición de Frida Guzmán en el medio musical ha provocado reacciones divididas en redes sociales. Mientras algunos cuestionan el uso del apellido Guzmán en el ámbito artístico, otros han centrado la atención en su trabajo musical y no en su linaje. Hasta el momento, la joven ha evitado utilizar el historial de su familia como una plataforma promocional, aunque reconoce que es un factor que inevitablemente la acompaña en cada paso.
La nieta de uno de los capos más conocidos en la historia del narcotráfico mexicano continúa abriéndose espacio en la industria, enfrentando tanto el escrutinio público como la expectativa mediática. Aun así, insiste en que su carrera será definida por su talento, no por su apellido.
