Este 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermería, fecha elegida en recuerdo del nacimiento de Florence Nightingale, figura histórica vinculada a la profesionalización de la enfermería moderna.
Nightingale nació en 1820 en el Reino Unido y alcanzó reconocimiento durante la Guerra de Crimea, al encabezar una misión sanitaria en hospitales de campaña del ejército británico. Fue convocada por el secretario de Estado, Sidney Herbert, para liderar un grupo de 38 enfermeras con el objetivo de mejorar las condiciones de atención médica en Turquía. Su trabajo impulsó mejoras notables en la limpieza y organización hospitalaria, lo que redujo significativamente la tasa de mortalidad entre los soldados.
Durante ese periodo surgió la imagen de Nightingale recorriendo los pabellones con una lámpara en mano, símbolo que marcaría su legado. A su regreso, utilizó su prestigio para promover reformas en el sistema de salud, destacando su uso pionero de datos estadísticos y visualizaciones como el diagrama rosa, con el cual evidenció la relación entre higiene y mortalidad hospitalaria.
Su influencia llegó hasta la corona británica y motivó la creación de la primera escuela de enfermería formal, sentando las bases para el reconocimiento profesional del personal de enfermería. Más adelante, participó en la organización de servicios de atención médica que darían origen al actual sistema nacional de salud del Reino Unido.
Florence Nightingale falleció en 1910. Su legado permanece en la estructura de los sistemas sanitarios contemporáneos y en la práctica cotidiana del cuidado de enfermeras y enfermeros en todo el mundo.
Cada 12 de mayo, este sector es reconocido por su papel dentro de los servicios de salud, donde desempeñan funciones esenciales desde la admisión hasta la recuperación de pacientes. La fecha también permite recordar la importancia de una atención médica centrada en el bienestar humano y la mejora continua de las condiciones hospitalarias.
