Las tormentas invernales que han afectado la Franja de Gaza en diciembre de 2025 han agravado la situación de los desplazados, con inundaciones en campamentos de tiendas de campaña y colapsos de edificios dañados durante el conflicto previo. Fuentes como la Defensa Civil palestina reportan entre 14 y 17 muertes asociadas a estos eventos, incluyendo casos de hipotermia en infantes y víctimas por derrumbes.
Más de 1.3 millones de personas requieren refugio urgente este invierno, según estimaciones de la ONU. Muchos residentes optan por permanecer en estructuras parcialmente destruidas para evitar la exposición en tiendas inundadas, a pesar de los riesgos de colapso. La Defensa Civil ha emitido alertas para evacuar edificios dañados durante lluvias intensas, pero indica que no hay alternativas viables, ya que las tiendas no ofrecen protección adecuada contra el frío y el agua.
Reportes de UNRWA y otras agencias humanitarias destacan que tormentas como Byron han inundado decenas de miles de tiendas y afectado cientos de estructuras. Equipos de rescate operan con recursos limitados, sin maquinaria pesada para remover escombros. Se han registrado casos de bebés fallecidos por hipotermia, como un neonato de dos semanas y otro de ocho meses.
La agencia israelí COGAT informa que han ingresado cerca de 310 mil tiendas y lonas, junto con camiones de mantas y ropa de abrigo. Sin embargo, organizaciones internacionales y la ONU señalan que el volumen de ayuda es insuficiente y que persisten restricciones en la entrada de materiales para refugios permanentes o reparaciones.
Desde el cese al fuego en octubre de 2025, la población desplazada enfrenta estas condiciones en un contexto de destrucción extendida de viviendas e infraestructura. Autoridades locales y humanitarias llaman a aumentar el flujo de asistencia para mitigar riesgos durante el resto del invierno.
