Las vacaciones de verano 2025 se perfilan como una de las temporadas más fuertes para el turismo nacional en la última década. La expectativa de movimiento turístico alcanza cifras históricas: más de 800 mil millones de pesos podrían ingresar a la economía mexicana por concepto de consumo turístico, lo que representa un repunte significativo en comparación con años anteriores.
Se prevé que millones de personas se desplacen dentro del país para visitar destinos tradicionales, playas, pueblos mágicos y ciudades patrimoniales. A ello se suma la llegada de turistas extranjeros, cuyo arribo también va en aumento gracias a la conectividad aérea y la promoción de rutas culturales, gastronómicas y naturales. La participación del turismo doméstico se mantiene como el motor principal, con aproximadamente el 77% del flujo total.
La diversidad de alojamiento juega un papel clave en este comportamiento. Aunque los hoteles seguirán siendo una opción predominante, el uso de viviendas privadas, plataformas de renta y casas de familiares representa una alternativa cada vez más utilizada. Este fenómeno amplía el impacto económico, ya que involucra a pequeños comerciantes, transporte local, mercados artesanales y experiencias regionales.
Además del impacto económico inmediato, este periodo representa una oportunidad para generar empleo temporal y fortalecer la economía regional. Servicios como transporte, alimentación, entretenimiento, recorridos guiados y eventos culturales se activan con fuerza durante esta temporada. Las proyecciones también indican que este comportamiento podría mantenerse en los próximos años si se refuerzan las condiciones de seguridad y promoción turística. Verano 2025 se posiciona así como un punto clave para la industria de viajes y uno de los motores de recuperación y crecimiento del país.