De acuerdo con cifras del fondo de Población de las Naciones Unidas cada año se fabrican aproximadamente 10.000 millones de preservativos masculinos de látex, que normalmente acaban en basureros, siendo éstos de látex sintético, aditivos y productos altamente contaminantes, que además, son imposibles reciclables.
Si hablamos de condones, los únicos biodegradables están fabricados de piel de cordero, sin embargo, no son altamente recomendados ya que no evitan las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y su fábrica depende de los intestinos de ovejas. Por otro lado, los lubricantes tienen como base de fabricación el petróleo, es decir, combustibles fósiles altamente contaminantes, y la lista sigue y sigue, un sinfín de productos utilizados para el ámbito sexual son altamente contaminantes y usualmente no son tomados en cuenta.
Como consecuencia de dicha problemática se ha implementado, lo que ahora se conoce como sexo ecológico, es decir, una nueva corriente que busca cuidar el medio ambiente a través de propuestas que erradiquen la utilización común de materiales y objetos sexuales.