El glaciar Thwaites, ubicado en la Antártida Occidental y conocido coloquialmente como el “Glaciar del Juicio Final”, muestra señales cada vez más claras de un debilitamiento estructural que podría conducir a un colapso irreversible en las próximas décadas, según un estudio reciente publicado por la revista Wired. Los científicos que integran la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ITGC) han analizado datos satelitales y mediciones de campo que indican una rapidez creciente en la formación y propagación de grietas en su plataforma de hielo.
Los investigadores documentaron que, entre 2002 y 2021, la longitud total de las grietas en la plataforma del glaciar aumentó significativamente, y desde alrededor de 2017 el glaciar perdió gran parte de su conexión con el lecho marino, lo que ha acelerado el flujo de hielo hacia las zonas más profundas. Este proceso ha generado un bucle de retroalimentación en el cual la formación de nuevas fracturas estimula un mayor desplazamiento hacia el mar, debilitando aún más la estructura.
El colapso de Thwaites —que contiene suficiente hielo para elevar el nivel global del mar en alrededor de 65 centímetros por sí solo— podría desencadenar una serie de respuestas en otras partes de la capa de hielo antártica occidental, incrementando la incertidumbre acerca de cómo y cuándo ocurrirá un retroceso total del sistema. Estudios anteriores han señalado que el deshielo de esta región podría elevar el nivel del mar varios metros con el tiempo si continúa la tendencia actual de calentamiento.
Expertos advierten que, aunque el colapso total no será inmediato, los cambios observados constituyen una señal de alerta sobre la vulnerabilidad de los grandes glaciares polares al calentamiento global. La pérdida de estabilidad en Thwaites podría afectar a otras plataformas de hielo y acelerar los incrementos en el nivel del mar, con implicaciones para comunidades costeras y ecosistemas a nivel global.
