El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó el 5 de noviembre de 2025 el documento “Mater Populi Fidelis”, aprobado por el papa León XIV el 7 de octubre y firmado por el cardenal Víctor Manuel Fernández, que examina los títulos atribuidos a la Virgen María en la tradición católica. El texto indica que el término “corredentora” resulta inadecuado, ya que atribuye a María un rol redentor exclusivo de Jesucristo, y recomienda precaución con “mediadora de todas las gracias”, para evitar interpretaciones que la presenten como distribuidora autónoma de gracias divinas.
El documento recorre la evolución histórica de la mariología, desde el título de Theotokos (Madre de Dios) definido en el Concilio de Éfeso en 431 hasta los dogmas de la Inmaculada Concepción (1854), la virginidad perpetua y la Asunción corporal al cielo (1950). Subraya que María actúa como intercesora y “madre de los fieles”, subordinada al plan salvífico de Cristo, y critica el uso político de su figura en contextos que desvían la atención de la Trinidad. El Concilio Vaticano II (1962-1965) ya había orientado la devoción mariana hacia el centro cristológico, rechazando equiparaciones que minimicen el rol de Jesús.
Teólogos consultados interpretan el texto como un ajuste terminológico para alinear la doctrina con la tradición postconciliar, sin alterar la veneración popular. Vinícius Paiva, especialista en mariología, señaló que el objetivo se centra en títulos no habituales en la piedad cotidiana, preservando la relación filial con María como “madre del pueblo fiel”. 16 Alberto Tasso, profesor de historia del cristianismo, lo describe como una clarificación del rol único de Cristo como mediador, sin modificar el estatus de Theotokos. Lidice Meyer, antropóloga, enfatiza que previene malentendidos, recordando que María, como primera redimida, no media la gracia que ella recibió.
En redes sociales, el anuncio generó reacciones divididas entre católicos. 16 Usuarios en X expresaron desacuerdo, calificándolo de “ataque” a la tradición o pidiendo un dogma de corredentora, mientras otros, como el sacerdote Cristopher Cortés Pliego, lo vincularon a la primacía de Cristo, comparándolo con intervenciones pasadas de papas como León Magno. Algunos posts cuestionaron la obediencia al pontífice, contrastando con citas de reformadores como Lutero sobre la veneración mariana.
El texto también responde a perspectivas ecuménicas, facilitando el diálogo con iglesias protestantes y evangélicas, que critican la devoción católica por percibirla como idolátrica. Paiva y Tasso lo ven como un paso para superar obstáculos teológicos, alineado con posturas previas de Francisco, quien rechazó la corredentora al resaltar a María como “primera discípula”.
El documento insta a una mediación “participativa” de María, inclusiva pero no exclusiva, para mantener la centralidad de la salvación en Cristo.
