En un encuentro diplomático relevante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky. Aunque no se alcanzó un alto el fuego inmediato, Trump planteó la posibilidad de convocar una cumbre con el presidente ruso, Vladímir Putin, “si todo sale bien hoy”. Sus declaraciones en el Despacho Oval reflejaron una postura cautelosa sobre las expectativas de una pronta resolución al conflicto.
Zelensky, por su parte, se mostró optimista al señalar que Ucrania está lista para una reunión trilateral, calificándola como “una buena señal”. Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de mantener la presión conjunta de Estados Unidos y Europa para avanzar hacia una salida negociada.
El presidente ucraniano subrayó que la paz debe ser duradera y que Europa requiere “garantías de seguridad reales, no promesas vacías”. En la reunión también participaron líderes europeos como Emmanuel Macron, Ursula von der Leyen, Keir Starmer, Giorgia Meloni y Friedrich Merz, quienes enfatizaron que no deben hacerse concesiones territoriales a Rusia.
Zelensky puntualizó que no se puede esperar que Putin abandone la agresión de manera voluntaria, por lo que la presión internacional debe ser firme y coordinada.
Aunque el alto el fuego no se concretó, el encuentro marcó un cambio en el tono del diálogo y abrió la posibilidad de una futura cumbre con Putin. Entre gestos, comentarios y declaraciones, Trump y Zelensky mostraron disposición para explorar nuevas vías que conduzcan al fin de un conflicto que ya supera los tres años y medio.