El gobierno de México rechazó la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas con el país tras la concesión de asilo político a la ex primera ministra Betssy Chávez. El anuncio peruano se dio después de que México confirmara haber recibido y otorgado asilo a la exfuncionaria, quien enfrenta procesos judiciales por presunta participación en los acontecimientos políticos ocurridos durante el fallido autogolpe de Pedro Castillo en 2022. La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana sostuvo que el otorgamiento de asilo responde a un derecho establecido en convenios internacionales suscritos por ambos países.
Durante una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que México mantendrá su postura de respeto al derecho internacional y no intervendrá en los asuntos internos de otras naciones. El subsecretario para América Latina y el Caribe, Roberto Velasco Álvarez, añadió que se mantendrán abiertos canales diplomáticos para evitar mayores tensiones. Asimismo, afirmó que el país “actuó conforme al principio de protección humanitaria” y que el rompimiento diplomático no debería afectar los vínculos consulares ni el intercambio comercial.
Analistas internacionales señalaron que esta decisión refleja un nuevo episodio en la relación bilateral México-Perú, la cual ha enfrentado desacuerdos desde 2023. Ambos países mantienen representación consular, aunque la retirada de embajadores ha limitado el diálogo directo. Fuentes diplomáticas mexicanas indicaron que se buscará la mediación de organismos multilaterales para restablecer la comunicación formal entre los gobiernos.
