Un residente permanente legal de 64 años conocido como Subu, enfrenta un proceso de deportación a India pese a la anulación reciente de su condena por asesinato, que lo mantuvo encarcelado durante cuatro décadas en Pensilvania. Dos tribunales federales ordenaron el 30 de octubre de 2025 la suspensión temporal de su expulsión, mientras la Oficina de Apelaciones de Inmigración evalúa si reabre su expediente migratorio.
Vedam llegó a Estados Unidos desde India a los nueve meses de edad con sus padres, profesores en la Universidad Estatal de Pensilvania. En diciembre de 1980, a los 19 años, fue arrestado por la desaparición de su amigo Thomas Kinser, un estudiante de la misma institución. Kinser nunca regresó de un viaje para comprar drogas en Lewisburg, y su cuerpo apareció nueve meses después en un área boscosa. Vedam recibió sentencia de cadena perpetua en 1983 por cargos de asesinato, basada en evidencia circunstancial que incluía la compra de una pistola calibre .25. Un nuevo juicio en 1988 confirmó la condena.
El caso se reabrió en 2023 tras el descubrimiento de un informe del FBI por Gopal Balachandran, profesor de derecho en Penn State, que indicaba que la herida en Kinser no coincidía con el calibre del arma. En agosto de 2025, un juez del condado de Centre anuló la sentencia por violaciones a la evidencia, y el fiscal distrital Bernie Cantorna desestimó los cargos el 3 de octubre, citando el paso del tiempo y la falta de testigos. Vedam salió de la prisión de Huntingdon ese día, pero agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo detuvieron inmediatamente bajo una orden de deportación de 1988.
La orden se originó en un cargo de posesión de LSD con intención de distribución, al que Vedam se declaró no contencioso a los 20 años. Durante su encarcelamiento, completó tres títulos universitarios, tutoró a cientos de reclusos y registró una sola infracción menor en casi 50 años. Sus abogados, liderados por Ava Benach, argumentan que el tiempo injustamente pasado en prisión compensa el delito menor y viola principios constitucionales. Presentaron una moción para reabrir el caso migratorio y solicitaron una exención por rehabilitación.
Un juez de inmigración suspendió la deportación hasta que la Junta de Apelaciones de Inmigración decida, un proceso que podría extenderse meses. El Tribunal de Distrito de EE.UU. en Pensilvania emitió una orden similar ese día, aunque podría pausarse por el fallo principal. Vedam permanece en un centro de detención en Alexandria, Luisiana, con pista de aterrizaje para vuelos de deportación, tras su traslado desde Philipsburg, Pensilvania.
El Departamento de Seguridad Nacional sostiene que la anulación del homicidio no invalida el cargo de drogas. “Tener una sola condena revocada no detiene la aplicación de la ley federal de inmigración”, declaró Tricia McLaughlin, secretaria asistente de Asuntos Públicos, en un correo a medios. Un portavoz del ICE describió a Vedam como un “criminal habitual” con antecedentes de los años 80.
La familia, incluyendo su hermana Saraswathi Vedam y sobrina Zoe Miller-Vedam, expresó alivio por las suspensiones y esperanza en una revisión compasiva, destacando que Vedam no conoce India más allá de visitas familiares y que todas sus relaciones están en EE.UU. y Canadá.
Apoyos en redes sociales y manifestaciones en State College han aumentado la visibilidad del caso, con publicaciones en X exigiendo justicia integral. Los abogados buscan también compensación por los años de encarcelamiento injusto. No hay avances reportados en la apelación hasta el 4 de noviembre de 2025.
