El ejército israelí ejecutó una serie de ataques aéreos contra objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano el jueves, en respuesta a lo que describió como intentos del grupo militante de reconstruir sus capacidades operativas en la zona. Las operaciones incluyeron blancos en localidades como Toura, Zawtar al-Sharqiyah y Kfar Dounine, donde se reportaron daños en infraestructuras civiles y militares, según residentes locales y fuentes de seguridad.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel en árabe, Avichay Adraee, emitió alertas de evacuación previas a los residentes de varios pueblos, solicitando que se alejaran al menos 500 metros de edificios identificados como utilizados por Hezbolá. Estas advertencias se sumaron a al menos cinco similares emitidas en las últimas horas, según reportes de medios israelíes.
El alto al fuego mediado por Estados Unidos entre Israel y Líbano, vigente desde noviembre de 2024, estableció la retirada gradual de tropas israelíes del sur libanés y el retiro de armamento pesado de Hezbolá al norte del río Litani. Sin embargo, Israel ha mantenido operaciones contra supuestos incumplimientos del grupo, los cuales Hezbolá niega. Fuentes israelíes indican que el gabinete de seguridad se reunirá esta noche para discutir la situación en Líbano, entre otros temas.
En las últimas semanas, el primer ministro Benjamin Netanyahu convocó consultas de seguridad para evaluar respuestas a los presuntos esfuerzos de rearme de Hezbolá. El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, declaró que Israel no puede ignorar la intensificación de esas actividades. Por su parte, el presidente libanés Joseph Aoun mencionó recientemente que el país carece de opciones más allá de la negociación con Israel, al considerar que la guerra no produce resultados.
Hezbolá emitió un comunicado el jueves acusando a Israel de violaciones repetidas al cese de hostilidades y de presionar al gobierno libanés para reconocer al Estado israelí. El grupo rechazó cualquier diálogo directo y reafirmó su derecho a resistir la ocupación, afirmando que no cederá a lo que describió como chantaje. Fuentes de inteligencia estiman que Hezbolá cuenta con más de 20.000 cohetes de corto y mediano alcance, muchos reabastecidos tras el acuerdo.
El enviado especial de Estados Unidos, Tom Barrack, cuestionó recientemente la capacidad de las autoridades libanesas para desarmar a Hezbolá, describiendo al país como un estado fallido controlado por figuras obsoletas y destacando que el arsenal del grupo supera al de las fuerzas armadas libanesas. Medios internacionales reportan avistamientos de drones israelíes sobre Beirut durante las operaciones, lo que incrementa las tensiones en la frontera norte de Israel.
La investigación sobre el conflicto continúa, con analistas señalando que las acciones israelíes buscan prevenir una escalada mayor, aunque el grupo libanés ha indicado disposición a responder a ataques en suelo libanés.
