El cielo nocturno de noviembre se convierte en un punto de observación para la comunidad astronómica debido a la coincidencia y la alta visibilidad de dos importantes lluvias de meteoros: las Taúridas y las Leónidas. El pico de actividad de las Taúridas del Norte se prevé para la noche de este martes al miércoles, con una frecuencia estimada de cinco a diez meteoros por hora. La importancia de este fenómeno radica en la posibilidad de avistar bólidos, meteoros de luminosidad excepcional.
Las Taúridas, originadas por los restos del cometa 2P/Encke, ofrecen destellos notables a pesar de su modesta frecuencia, fenómeno que se amplía al coincidir con la fase lunar de Cuarto Menguante. Expertos en el área recomiendan a los observadores buscar ubicaciones con mínima contaminación lumínica y dirigir la mirada al cielo antes de la medianoche para optimizar la visualización, minimizando la interferencia del brillo lunar en el avistamiento.
Por otra parte, la lluvia de meteoros de las Leónidas, aunque su pico se proyecta en una fecha posterior en el mes, también comienza a ganar presencia, beneficiada por la cercanía de la Luna Nueva. La regularidad y el historial de tormentas de meteoros notables de las Leónidas añaden un aliciente adicional para el seguimiento del cielo durante estas semanas. Ambos eventos astronómicos contribuyen al interés por el estudio y la contemplación del cosmos.
