La historia de William Peter Blatty, que alcanzó un éxito instantáneo tras su publicación, se inspira en un caso real de posesión demoníaca y exorcismo ocurrido en 1949, conocido como el caso de Robbie Mannheim o Roland Doe. Mannheim, un joven de 14 años que vivía en un suburbio de Washington D.C., comenzó a experimentar fenómenos inexplicables como ruidos extraños y objetos en movimiento.
La muerte de su tía Harriet, quien le regaló una ouija, desencadenó eventos sobrenaturales en su hogar, como crujidos en las paredes y objetos que volaban. Ante la preocupación por su salud mental, sus padres buscaron ayuda médica y psiquiátrica sin encontrar explicación racional.
Finalmente, recurrieron a la Iglesia Católica, donde se llevaron a cabo rituales de exorcismo en los que Mannheim exhibió comportamientos violentos y habló en lenguas extrañas. Blatty se interesó por este caso y lo utilizó como base para su novela, conservando la esencia de la historia de Robbie en su narrativa.
