La influencer francesa Vivi Voyage encendió las redes sociales tras compartir su experiencia viviendo en México y las marcadas diferencias culturales que ha notado en comparación con su país de origen, Francia. Según su testimonio, muchos aspectos que en México son accesibles o comunes, en Francia son considerados un lujo.
Uno de los puntos que destacó fue el costo de las consultas médicas. Vivi señaló que en Francia una consulta médica cuesta alrededor de 600 pesos mexicanos y que, además, hay que esperar meses para obtener una cita, incluso para revisiones rutinarias. En contraste, afirmó que en México una consulta puede costar en promedio 60 pesos y es mucho más fácil acceder a atención médica, algo que calificó como una ventaja.
Otro tema que mencionó fue la forma en que las relaciones personales difieren entre ambos países. Vivi describió a los franceses como más distantes y “fríos”, asegurando que en Francia sus amistades se limitan a personas que conoció en la escuela. En cambio, destacó la calidez de los mexicanos: “Aquí, mis mejores amigas me abrazan y me aman; son personas más cercanas”, dijo la influencer, quien también compartió anécdotas sobre momentos en los que recibió abrazos en México, algo que no es tan común en su país.
En cuanto a la comida, Vivi se mostró sorprendida por las opciones accesibles y sabrosas que ha encontrado en México, incluso haciendo alusión a los tacos callejeros: “Sabes que en México puedes comer tacos de perro por cinco pesos y están bien ricos. Vaya, vaya, Tacubaya”. No obstante, esta declaración generó reacciones encontradas, pues algunos internautas le recordaron que no toda la comida barata es de calidad y que, en ciertos casos, los precios de médicos especialistas en México también pueden superar los 500 pesos por consulta.
El testimonio de Vivi Voyage se suma a una tendencia de contenido en redes donde se exponen diferencias culturales entre países, muchas veces resaltando que servicios cotidianos en México pueden parecer lujos en otras partes del mundo. Sin embargo, también provocó críticas y reflexiones sobre los contrastes dentro del propio sistema mexicano, como las largas esperas en el seguro social o la desigualdad en el acceso a ciertos servicios.
