El Papa Francisco destacó la necesidad de cambiar las estructuras de poder dentro de la Iglesia católica, especialmente en lo que respecta al trato hacia las mujeres y las religiosas. En un encuentro con miembros de la fundación Hilton, dedicada a labores caritativas, el Papa hizo un llamado a dejar atrás la mentalidad “clerical y machista” que aún predomina en la Curia, el gobierno de la Iglesia.
Francisco subrayó que las monjas, a menudo subestimadas, tienen una capacidad única para liderar y desempeñar tareas importantes. “Las monjas están por delante y saben hacerlo mejor que los hombres”, afirmó el Papa, quien también agradeció el apoyo de la fundación para ofrecer a las religiosas mayores oportunidades de desarrollo profesional y espiritual.
En su discurso, el Papa hizo una dura crítica a la falta de inversión en la formación de las mujeres dentro de la Iglesia. “Se piensa que las monjas, y las mujeres en general, son de segunda clase”, afirmó Francisco, al tiempo que recordó que desde los tiempos del Jardín del Edén, las mujeres han tenido un papel de liderazgo. “Las mujeres mandan”, dijo, resaltando la importancia de que las religiosas puedan acceder a estudios y formación de calidad para cumplir su misión en las comunidades más necesitadas.
Además, Francisco reflexionó sobre la falta de presencia femenina en cargos de responsabilidad dentro de la Iglesia, tanto en la Curia como en las diócesis. Reconoció que esta realidad es un desafío y afirmó que es urgente superar las barreras de género que limitan el acceso de las monjas a puestos de poder. “Debemos superar una mentalidad clerical y machista”, recalcó el Papa.
En su intervención, destacó que recientemente eligió a dos religiosas para posiciones importantes en el Vaticano. Simona Brambilla se convertirá en la primera prefecta del Dicasterio de la Vida Consagrada y Raffaela Petrini asumirá la Gobernación Vaticana en marzo. Además, mencionó la inclusión de tres monjas en el equipo encargado de elegir a los obispos, lo que consideró un paso positivo en la inclusión de mujeres en los procesos de toma de decisiones.
Finalmente, Francisco instó a los obispos a permitir que las monjas ocupen cargos de responsabilidad, señalando que algunos líderes eclesiásticos han expresado su deseo de nombrar a mujeres para ciertas funciones, pero se han visto frenados por sus superiores. “No, por favor, dejadlas ir”, concluyó el Papa.