El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que no se tenía registro de un hallazgo de fosas clandestinas con las características del descubierto en Teuchitlán, Jalisco.
El sitio, conocido como Rancho Izaguirre, fue identificado como un centro de adiestramiento y eliminación. En el lugar se localizaron restos óseos, prendas de vestir y casquillos de diversos calibres. Se investiga su relación con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que las autoridades federales trabajan en coordinación con el gobierno de Jalisco y la Fiscalía General de la República (FGR) para esclarecer lo sucedido.
“El gobernador está en contacto con el secretario de Seguridad y con la Fiscalía General de la República si es necesario atraer el caso”, indicó.
INVESTIGACIÓN SOBRE POSIBLE OMISIÓN
El rancho había sido intervenido por la Fiscalía estatal en septiembre de 2024, cuando se detuvo a diez personas y se localizó un cuerpo. Sin embargo, el pasado 5 de marzo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontraron que los sellos de aseguramiento estaban rotos.
Sheinbaum señaló que se debe investigar por qué el lugar no quedó bajo resguardo tras el operativo del año pasado.
“Ahora corresponde al Gabinete de Seguridad, las Fiscalías y al Poder Judicial investigar. Hay que revisar qué pasó”, expresó.
Durante la última semana, las autoridades han encontrado nuevos restos óseos ocultos bajo una losa de ladrillo, un método identificado como una práctica del CJNG para desaparecer cuerpos.
