Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco, manifestó en varias ocasiones su interés por el cine. Durante entrevistas y encuentros culturales, reveló algunas de las películas que marcaron su infancia. Muchas de ellas pertenecen al cine italiano de posguerra, en especial al movimiento neorrealista, y las vio por primera vez en compañía de sus padres.
La selección incluye títulos que retratan la vida cotidiana, el sufrimiento humano y la dignidad en contextos adversos. Estas obras influenciaron su sensibilidad social y su visión sobre la fe, la justicia y la comunidad.
Entre las películas que mencionó como sus favoritas se encuentran las siguientes:
- La Strada (1954), dirigida por Federico Fellini. Relata el vínculo entre un artista callejero y una joven que lo acompaña en sus presentaciones.
- Roma, città aperta (1945), dirigida por Roberto Rossellini. Ambientada durante la ocupación nazi en Roma, muestra la resistencia de la población civil.
- Ladri di biciclette (1948), dirigida por Vittorio De Sica. Narra la historia de un padre que busca su bicicleta robada, necesaria para conservar su trabajo.
- Il pranzo di Babette (El festín de Babette, 1987), dirigida por Gabriel Axel. Aunque no es italiana, el Papa destacó esta obra por su tratamiento del sacrificio y la generosidad.
- Fabiola (1949), dirigida por Alessandro Blasetti. Relata episodios de la Roma antigua vinculados con los primeros cristianos.
Estas películas fueron mencionadas por el pontífice como parte de su formación cultural y personal. Según sus declaraciones, el cine fue una herramienta para reflexionar sobre la condición humana, la espiritualidad y las realidades sociales.