Bryan Pereira, jugador de la categoría Sub-10 del equipo Craques do Futuro en Brasil, ha captado la atención internacional por los tatuajes visibles en su rostro y cuerpo, los cuales forman parte de la tradición cultural de la etnia Tupinikim.
Originario de Aracruz, en el estado de Espírito Santo, Pereira pertenece a la Aldea Pau, una comunidad vinculada a la cultura Tupinikim, grupo indígena con raíces en la Amazonía que, con el paso del tiempo, se ha asentado en diversas zonas del litoral norte del país. Esta etnia cuenta con una lengua propia y una organización social basada en la agricultura, la pesca y la caza.
Las marcas que Bryan lleva en la piel tienen un significado espiritual y ancestral dentro de su comunidad. Según la tradición Tupinikim, estos símbolos representan la conexión con la naturaleza, la identidad colectiva y la protección espiritual. En redes sociales, la imagen del joven jugador ha generado tanto críticas como expresiones de respeto. Mientras algunos usuarios cuestionan su edad para portar dichos tatuajes, otros reconocen el valor cultural y simbólico de mantener vivas las costumbres indígenas.
El club Craques do Futuro difundió la historia del jugador a través de sus plataformas, destacando la importancia del respeto a la diversidad cultural y señalando que Bryan no solo representa al equipo, sino también a su comunidad.
La historia del joven futbolista se ha difundido ampliamente y ha abierto un debate sobre la visibilidad, el reconocimiento y la inclusión de las culturas originarias en espacios deportivos.