El 16 de junio, en la colonia Sinarquistas de León, Guanajuato, una mujer encontró un ataúd con los restos de su hijo, identificado como Luis Gerardo, de 22 años, quien estaba desaparecido tras salir de casa para buscar trabajo en Jalisco.
Según testimonios, tres hombres llegaron en una camioneta blanca, tocaron insistentemente la puerta y dijeron: “Ahí se lo dejamos”, antes de abandonar el féretro en la entrada. Al abrirlo, la familia halló el cuerpo envuelto en plástico y con señales de violencia.
Tras el hallazgo, se alertó al 911 y acudieron agentes municipales, estatales y federales. La Fiscalía General del Estado inició una carpeta de investigación, mientras personal pericial trasladó el cadáver al SEMEFO para la necropsia correspondiente.