A menos de dos meses del combate promocionado entre Alana Flores, influencer y boxeadora aficionada, y la actriz Gala Montes, una solicitud de modificación en los términos del acuerdo ha generado tensión entre los organizadores y las protagonistas.
La disputa se centró en la petición de parte de Montes: aumentar el peso máximo permitido para el enfrentamiento. En el contrato original, firmado en marzo, se estableció un margen de hasta 10 kg de diferencia y 19 cm de altura entre ambas. Según Flores, aceptar este cambio la colocaría en una desventaja que afecta la equidad del combate.
En una transmisión en vivo, Flores expresó su inconformidad y acusó al equipo de Montes de presionar para que acepte la nueva condición. La influencer subrayó que el evento debía celebrarse según los términos pactados y aseguró que no había renunciado a participar.
Hasta el momento, Montes no ha emitido respuesta pública. Los promotores del evento no han confirmado si procederán con el cambio propuesto ni aclararon si existe un plan B en caso de que uno de los bandos se retire. Mientras tanto, la fecha sigue programada para el 17 de agosto en el Palacio de los Deportes. El episodio ha encendido un debate en redes sociales sobre la formalidad de los contratos en combates de celebridades, la seguridad de los participantes y la adaptación de las apuestas reglamentarias en eventos con influencers.
