DÍA INTERNACIONAL DEL LOBO: EL REGRESO DEL LOBO MEXICANO A LA NATURALEZA

Cada 13 de agosto se conmemora el Día Internacional del Lobo, una fecha dedicada a concientizar sobre la importancia de este depredador en los ecosistemas y la urgencia de su conservación. En México, la atención se centra en el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), la subespecie de lobo gris más pequeña de Norteamérica y una de las más amenazadas del planeta.

Históricamente, este lobo habitaba gran parte del norte y centro de México, pero la persecución, la caza y la pérdida de su hábitat provocaron su desaparición en estado silvestre hacia finales de los años 70. Los últimos ejemplares fueron capturados para un programa binacional de reproducción en cautiverio entre México y Estados Unidos.

En 2011, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) liberó en la Sierra Madre Occidental a los primeros cinco lobos nacidos en cautiverio, marcando el inicio de su reintroducción. Desde entonces, se han llevado a cabo múltiples liberaciones y se han registrado camadas en libertad. Actualmente, la población silvestre en México ronda entre 30 y 50 ejemplares, mientras que en conjunto con Estados Unidos se estima en unos 200.

Los zoológicos de Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes han jugado un papel clave en su recuperación, logrando más de 40 camadas y contribuyendo al resguardo genético de la especie. A pesar de los avances, persisten retos como la coexistencia con ganaderos y la expansión de su hábitat seguro.

El lobo mexicano es considerado un regulador natural de los ecosistemas al mantener el equilibrio entre presas y depredadores. Su regreso no solo representa un triunfo de la conservación, sino también un símbolo de resiliencia frente a la extinción.

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