El Club Atlético Morelia atraviesa un periodo de inestabilidad derivado de múltiples proyectos sin resultados favorables, situación que mantiene al equipo en una crisis prolongada dentro de la Liga de Expansión.
Durante la gestión de José Luis Higuera Barberi como propietario y presidente, el club ha experimentado una constante rotación de jugadores y cuerpos técnicos. Tras la renuncia de Gilberto Adame, quien acumuló cuatro derrotas en el Apertura 2025 y dirigió nueve partidos, suman nueve entrenadores en cinco años. De ellos, solo Ricardo Valiño consiguió resultados relevantes, incluido el título del Clausura 2022.
La falta de continuidad en la dirección técnica y en la conformación del plantel ha impactado tanto en el rendimiento deportivo como en la relación con la afición, que observa lejana la posibilidad de un regreso a la Liga MX.
Hasta el momento, las estrategias implementadas por la directiva se han enfocado en objetivos de corto plazo, sin un proyecto deportivo que respalde la búsqueda del ascenso. Esta situación ha generado pérdida de confianza entre los seguidores, así como entre posibles patrocinadores e inversionistas, que perciben al club en una etapa de incertidumbre institucional.