El gobierno federal de México enfrentó nuevas movilizaciones convocadas por organizaciones agrícolas que reanudaron protestas en distintos estados. Los grupos manifestantes reiteraron demandas relacionadas con precios de garantía, acceso a insumos y revisión de subsidios. Durante la jornada se reportaron bloqueos parciales en carreteras y concentraciones frente a oficinas gubernamentales. La situación reactivó un escenario de tensión que se ha mantenido durante el año entre productores y autoridades.
Las autoridades federales informaron que continúan abiertas las mesas de diálogo con representantes del sector, con el objetivo de revisar la distribución de recursos y programas de apoyo. Sin embargo, líderes agrícolas señalaron que los acuerdos alcanzados en reuniones previas no han sido cumplidos en los plazos esperados, lo que motivó el regreso a las movilizaciones. Voceros del campo insistieron en que las políticas actuales no cubren las necesidades operativas de los productores, especialmente en regiones con costos elevados de producción.
Analistas políticos indicaron que las protestas podrían incidir en la agenda legislativa relacionada con sostenibilidad agrícola, financiamiento rural y regulación de mercados internos. De acuerdo con especialistas, la continuidad de estas movilizaciones podría requerir ajustes en los esquemas de coordinación entre la federación y los estados para evitar afectaciones prolongadas en el transporte y el comercio. Integrantes del Congreso reconocieron que el tema adquirirá mayor relevancia en las próximas sesiones, tanto por su impacto económico como por la presión social asociada.
