Don Felipe, un hombre de 108 años, fue abandonado por sus 11 hijos y vivió bajo la sombra de un árbol en un parque público en Torreón, Coahuila. Su situación cambió cuando Benita Dearz, una usuaria de redes sociales, lo encontró un día mientras caminaba por la calzada del Tec. Al verlo con tristeza y soledad, Benita decidió ofrecerle un aventón. Durante el recorrido, Don Felipe le contó que vivía en una plaza bajo una palma, aunque no recordaba exactamente dónde. A pesar de las dificultades para encontrar el lugar, Benita lo llevó hasta el bosque, donde Don Felipe le mostró el sitio que consideraba su hogar.
Conmovida por su situación, Benita le dio 100 pesos, lo que hizo sonreír a Don Felipe, quien expresó su gratitud con una bendición. Tras esa experiencia, Benita decidió no dejarlo allí y lo invitó a cenar. Al regresar esa noche, le ofreció un nuevo comienzo: lo bañó, le dio ropa nueva y lo incluyó en su familia. Ahora, Don Felipe vive con Benita, alejado de la calle y con un techo digno, rodeado de amor y cariño.
