Los miles de peregrinos que cada año se trasladan hacia la Basílica de Guadalupe han comenzado a manifestar su malestar por los altos costos de diversos servicios y productos a lo largo de su recorrido. Desde la renta de baños hasta la venta de comida y recuerdos, los precios elevados se han convertido en una constante preocupación para los fieles, quienes aseguran que los comerciantes están aprovechando su devoción religiosa.
Este año, los precios de alimentos y servicios han subido considerablemente. La renta de baños, que anteriormente costaba entre 5 y 10 pesos, ahora se ofrece a 20 pesos. Las comidas corridas, que antes se vendían a un precio accesible, se venden ahora en 200 pesos. Las tradicionales gorditas, que son muy comunes durante la peregrinación, se venden a 100 pesos, mientras que el agua embotellada alcanza los 60 pesos. Pese a estas quejas, muchos peregrinos se ven obligados a pagar estos precios para poder continuar con su recorrido hacia la Basílica.
Guadalupe, una peregrina proveniente de Querétaro, expresó su descontento al señalar que “el año pasado los precios estaban más bajos, pero este año todo ha subido. El caldo que antes estaba a un precio razonable ahora está a 200 pesos, y los baños también han subido mucho”. Por su parte, Ulises, quien llegó desde Puebla con su grupo de fieles, destacó que los recuerdos, supuestamente artesanales, también han aumentado su precio. “Dicen que son artesanías, pero todo es importado de China. Están aprovechándose de la situación”, comentó.
El ambiente en los alrededores de la Basílica es de caos, con miles de peregrinos transitando por las calles y generando tráfico. Personal de la alcaldía de Gustavo A. Madero, fuerzas de seguridad y voluntarios trabajan para ordenar el flujo de personas y vehículos. Además, los primeros módulos de la Cruz Roja han sido instalados para atender a los peregrinos que comienzan a mostrar signos de agotamiento tras largas caminatas.
A pesar de las quejas por los altos precios, los fieles insisten en que, aunque resulte difícil, deben soportar estas condiciones para cumplir con su tradicional peregrinación a la Virgen de Guadalupe.
