Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá llevaron a cabo la Primera Reunión de Coordinación Trilateral de Alto Nivel para preparar la seguridad del Mundial de Futbol 2026, con un enfoque en la prevención de amenazas relacionadas con drones. El encuentro, realizado en la Ciudad de México, reunió a funcionarios de alto nivel de los tres países.
La reunión incluyó la participación del Secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente; la Representante del Gobierno de México para la Copa Mundial de la FIFA, Gabriela Cuevas; el Director Ejecutivo del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca para la Copa Mundial, Andrew Giuliani; y el Embajador de Canadá en México, Cameron MacKay, entre otros. Durante tres días, se realizó un intercambio de expertos en seguridad y tecnología para abordar el uso no autorizado de aeronaves no tripuladas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó que se discutieron preparativos de sistemas antidrones (C-UAS) y se compartieron prácticas para contrarrestar posibles riesgos. Además, se llevó a cabo una mesa redonda con empresas de los tres países para explorar soluciones tecnológicas, como sistemas de detección temprana y protocolos de respuesta rápida.
En Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul expresó que el Mundial 2026, cuya final se celebrará en el Estadio MetLife el 19 de julio, podría ser un objetivo de ataques con drones. Hochul solicitó al presidente Donald Trump reforzar las defensas federales para eventos de alto perfil, incluyendo la Copa del Mundo y las celebraciones del 250 aniversario de Estados Unidos.
En México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, encabezada por Pablo Vázquez Camacho, ha trabajado desde hace más de un año en estrategias de seguridad. Se planea controlar el espacio aéreo en zonas cercanas al Estadio Azteca, ahora Estadio Banorte, y en áreas turísticas como Xochimilco, Tláhuac y San Ángel. Las autoridades federales definirán las zonas restringidas para el uso de drones.
La coordinación trilateral busca garantizar la seguridad de los asistentes al Mundial 2026 mediante la colaboración público-privada y el intercambio de información. Esta reunión marca el inicio de una serie de iniciativas para asegurar un evento seguro en los tres países anfitriones.