Amazon alcanzó un nuevo hito en sus operaciones logísticas al desplegar más de un millón de robots en sus centros de distribución, cifra que se aproxima al número total de empleados humanos en esos espacios. Esta estrategia busca mejorar la eficiencia operativa y reducir la presión derivada de la alta rotación laboral.
La automatización incluye brazos robóticos, unidades móviles y sistemas de inteligencia artificial que participan en tareas de clasificación, embalaje y traslado de productos. Una de las tecnologías más recientes, denominada Vulcan, permite a los robots identificar y recoger objetos mediante sensores de contacto, ampliando sus funciones en comparación con modelos anteriores.
Aunque el uso de robots no ha eliminado completamente la necesidad de personal humano, sí ha transformado los roles dentro de los centros. Muchos trabajadores han sido capacitados para supervisar sistemas automatizados, accediendo a puestos mejor remunerados que requieren formación técnica y conocimiento de procesos digitales.
La empresa también ha anunciado que el 75 % de sus envíos a nivel global ya cuentan con algún tipo de asistencia robótica. En algunos centros, como el ubicado en Shreveport, Luisiana, los productos se desplazan hasta un 25 % más rápido que en instalaciones convencionales, gracias a la implementación de robótica avanzada.
Amazon ha expresado que la automatización continuará expandiéndose, y que se prevé una reducción en el ritmo de contrataciones futuras. Sin embargo, también ha invertido en programas de formación para empleados, con el objetivo de integrar el talento humano en su ecosistema tecnológico a largo plazo.
