La propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de duplicar el salario mínimo ha suscitado preocupaciones significativas entre analistas económicos, quienes advierten que esta medida podría tener consecuencias devastadoras para la economía mexicana si no se acompaña de un aumento en la productividad laboral y empresarial.Según los expertos, elevar el salario mínimo de 249 a 498 pesos diarios podría desencadenar una serie de problemas económicos, incluyendo un aumento en la inflación, un incremento en el desempleo y un mayor crecimiento de la informalidad laboral. Rogelio Gómez-Hermosillo, presidente de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, enfatizó que “el monto no se puede imponer por decreto”. Para él, es fundamental que cualquier ajuste salarial esté basado en la productividad y en un diálogo social efectivo entre trabajadores y empleadores.Actualmente, el salario mínimo es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de la mayoría de los trabajadores, y el cálculo sugiere que debería incrementarse a 498 pesos diarios para que los empleados puedan acceder a al menos 2.5 canastas básicas de productos y servicios. Sin embargo, los analistas advierten que simplemente aumentar el salario sin una estrategia de mejora en la productividad podría frustrar este objetivo, ya que llevaría a un aumento de costos que podría resultar en despidos y un estancamiento económico.Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, subrayó que, aunque es positivo que se busquen mejoras salariales, estas deben ser implementadas con cautela. La falta de un plan claro para incrementar la productividad en las empresas podría limitar los beneficios de un salario mínimo más alto, creando un escenario en el que los costos laborales superen las capacidades de las empresas para mantener su operación.En este contexto, muchos analistas sostienen que cualquier aumento en el salario mínimo debe ir acompañado de una estrategia integral que promueva la inversión en capacitación y tecnología. Solo así se podrá garantizar que los trabajadores no solo reciban un salario más alto, sino que también se les brinden las herramientas necesarias para contribuir a un crecimiento sostenible de la economía. Sin estas medidas, el objetivo de mejorar las condiciones laborales podría convertirse en una carga insostenible para las empresas y la economía en su conjunto.