El asteroide denominado 2025 FA22, con un diámetro estimado de entre 130 y 290 metros, pasó a unos 800,000 kilómetros de distancia de la Tierra en la madrugada del 18 de septiembre. Aunque la cifra equivale a poco más del doble de la distancia entre la Tierra y la Luna, el evento fue considerado un acercamiento astronómico relevante. Las agencias espaciales catalogaron el paso como seguro, sin riesgo de impacto.
El cuerpo celeste fue monitoreado por el Laboratorio de Astronomía Solar de la Academia de Ciencias de Rusia, además de telescopios de la NASA y la Agencia Espacial Europea. Los cálculos orbitales muestran que su próxima aproximación significativa ocurrirá en el año 2036, aunque con una trayectoria aún más alejada. Estos estudios permiten mejorar los sistemas de alerta temprana frente a objetos cercanos a la Tierra.
Este paso se enmarca en la creciente atención hacia los llamados NEA (Near Earth Asteroids), debido al interés científico y a los planes de defensa planetaria que diversas agencias espaciales impulsan. El caso de 2025 FA22 se suma a la lista de objetos grandes que se han acercado al planeta en las últimas décadas, generando expectación en la comunidad internacional.
Fuente: HuffPost España
