AUSENCIA DE LUIS DÍAZ EN FUNERAL DE DIOGO JOTA GENERA POLÉMICA

El fallecimiento del futbolista portugués Diogo Jota, junto a su hermano André Silva, conmocionó al mundo del deporte. El accidente automovilístico ocurrido en España terminó con la vida de ambos, y las exequias se convirtieron en un evento multitudinario al que asistieron figuras del fútbol europeo. Sin embargo, la ausencia de uno de sus excompañeros más cercanos, el colombiano Luis Díaz, generó una ola de comentarios divididos en redes sociales y medios internacionales.

Díaz se encontraba en Colombia atendiendo compromisos comerciales y personales, y no logró asistir al funeral realizado en Oporto. Aunque envió un mensaje en redes expresando su pesar y recordando un gesto importante que Jota tuvo hacia él en un momento difícil, la ausencia fue interpretada por muchos seguidores como un acto de desapego. La polémica creció cuando se filtraron imágenes del jugador participando en eventos con influencers durante las mismas fechas.

La reacción en línea no tardó en dividirse entre quienes defendieron su derecho a gestionar su duelo de forma privada y quienes exigieron una muestra pública de respeto por quien fuera su compañero. Este episodio expone cómo la figura pública de un deportista está sujeta a un escrutinio constante, incluso en momentos personales o de dolor. El debate también pone sobre la mesa el rol de las redes sociales como tribunal mediático, donde las decisiones privadas se convierten en motivo de juicio colectivo.

La controversia que rodeó el funeral de Jota no solo deja al descubierto la fragilidad de las relaciones en el ámbito deportivo, sino también los límites cada vez más difusos entre lo íntimo y lo público. Luis Díaz, pese a su homenaje escrito, enfrenta un escenario de críticas y defensas que seguirán siendo analizadas más allá del campo de juego.

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