Boeing, uno de los principales fabricantes de aviones comerciales a nivel mundial, ha aceptado su culpabilidad en un caso de conspiración para cometer fraude tras incumplir un acuerdo destinado a mejorar sus estándares de seguridad, reveló el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La admisión de culpa por parte de Boeing surge en el contexto de los graves incidentes que involucraron a sus aviones 737 Max en 2018 y 2019, que resultaron en la trágica pérdida de 346 vidas. Como parte del acuerdo alcanzado, Boeing también accedió a pagar una multa considerable de US$243,6 millones.
Este desarrollo legal sigue a una serie de acusaciones previas en las que se señaló que Boeing había engañado a la Administración Federal de Aviación (FAA) respecto a las características de seguridad de su sistema de control de vuelo MCAS, implicado en ambos accidentes.
Familiares de las víctimas han expresado su insatisfacción con el acuerdo, argumentando que permite a Boeing evitar una responsabilidad completa por las muertes ocurridas. Han calificado el acuerdo como “insuficiente” y han instado a que se lleve a cabo un juicio público para exponer todos los detalles del caso.
El hecho de que Boeing haya aceptado su culpabilidad implica antecedentes penales para la empresa, lo cual podría tener implicaciones significativas en sus operaciones futuras, especialmente en sus relaciones comerciales y contratos con el gobierno estadounidense, dado su papel como uno de los principales contratistas de defensa del país.
Este caso subraya los persistentes desafíos de seguridad y ética que enfrenta Boeing, así como la presión continua sobre la empresa para mejorar sus estándares de seguridad y restaurar la confianza pública en sus productos.
