Un aumento en el número de brotes de viruela del mono en África se debe, en gran medida, a décadas de negligencia y a la incapacidad global para controlar epidemias esporádicas, según informaron científicos africanos en una conferencia de prensa virtual. El doctor Dimie Ogoina, líder de la comisión de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre esta enfermedad, destacó que la falta de respuesta adecuada ha permitido el surgimiento de una versión nueva y más transmisible del virus en países con recursos limitados.
La viruela símica, conocida también como mpox, había estado presente de manera casi indetectable en Nigeria y otras regiones antes de desencadenar el brote global de 2022, que afectó a más de 70 países. Según Ogoina, el brote actual en África difiere del brote global de 2022, que se centró en gran medida en hombres gays y bisexuales. En África, la transmisión de mpox se está produciendo a través de contacto sexual y también entre niños, mujeres embarazadas y otros grupos vulnerables.
La población africana, predominantemente joven, no cuenta con la protección de la vacuna contra la viruela que sí tienen las personas mayores de 50 años, lo que la hace más susceptible a la enfermedad. El mpox, aunque pertenece a la misma familia de virus que la viruela, causa síntomas más leves como fiebre y dolores corporales, pero puede provocar ampollas en áreas visibles del cuerpo.
A principios de este mes, la OMS declaró una emergencia mundial debido a la propagación del mpox en el Congo y en otros 11 países africanos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, se han reportado más de 22.800 casos y 622 muertes en el continente, con un aumento del 200% en la última semana. La mayoría de las infecciones y fallecimientos se han producido en la República Democrática del Congo, especialmente en niños menores de 15 años.