China organizó su primer torneo de fútbol con robots humanoides totalmente autónomos, sin intervención humana directa, como antesala a los Juegos Mundiales de Robots Humanoides. Cuatro equipos universitarios participaron en la competencia, con robots programados para tomar decisiones en tiempo real mediante algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por cada institución.
Los partidos se jugaron en formato de 3 contra 3. El equipo THU Robotics de la Universidad de Tsinghua se proclamó campeón al derrotar 5-3 al conjunto Mountain Sea de la Universidad Agrícola de China. Los robots, fabricados por Booster Robotics, contaron con sistemas de percepción, estrategia, formaciones y toma de decisiones desarrollados de forma independiente por las universidades.
Equipados con sensores visuales, los robots identificaban la pelota, ubicaban a compañeros y oponentes, y se desplazaban por el campo sin asistencia externa. Algunos robots lograron levantarse tras caídas, aunque varios requirieron ser retirados en camilla por personal, evidenciando los avances y limitaciones de la robótica humanoide.
