China aplicó tarifas portuarias a embarcaciones de origen estadounidense como respuesta a medidas similares proyectadas por Washington, anticipando negociaciones comerciales entre ambos países. El anuncio fue realizado el 10 de octubre como parte de una estrategia de contrapeso.
La medida afecta tanto tarifas de descarga como estancias en muelles, y ha sido interpretada como una señal de firmeza ante presiones diplomáticas. Autoridades chinas señalaron que se trata de una acción recíproca y no de una escalada comercial.
Analistas advierten que el paso podría complicar las negociaciones entre los líderes de Estados Unidos y China si no hay compromisos de moderación de parte de ambas delegaciones.