El Ministerio de Comercio de China anunció el 5 de noviembre de 2025 la suspensión parcial de aranceles adicionales sobre productos agrícolas y tecnológicos provenientes de Estados Unidos. La medida se tomó tras una reunión bilateral sostenida entre delegaciones comerciales de ambos países, donde se acordó mantener un canal de comunicación abierto en temas de intercambio y acceso a mercados. El ajuste arancelario implica la reducción temporal de gravámenes a productos como carne, frutas y circuitos integrados.
El comunicado oficial precisó que la suspensión busca facilitar el flujo comercial y reducir presiones inflacionarias internas. Sin embargo, se mantuvieron tarifas sobre productos estratégicos como la soya y algunos bienes electrónicos. Las autoridades chinas indicaron que las medidas se revisarán trimestralmente conforme al avance de las negociaciones. Por su parte, el gobierno estadounidense reconoció la decisión como un gesto de cooperación, aunque insistió en abordar temas pendientes relacionados con propiedad intelectual y subsidios industriales.
Expertos en política internacional consideran que la decisión refleja una estrategia gradual de distensión entre las dos mayores economías del mundo. Los analistas prevén que el acercamiento comercial podría contribuir a la estabilización de los precios globales de materias primas y al restablecimiento de cadenas de suministro afectadas durante los últimos años.
