México se consolida como un destino clave para las marcas automotrices chinas, que han transformado el mercado nacional con una fuerte inversión en infraestructura y servicios. Empresas como Chirey, Omoda, Jaecoo, Geely, Great Wall Motors, JAC y MG Motor han intensificado su presencia, enfocándose en mejorar la logística, el suministro de refacciones y la experiencia del cliente para ganar lealtad y aumentar su cuota de mercado. En 2024, las ventas de vehículos chinos alcanzaron 302,837 unidades, representando el 20.2% del total de vehículos ligeros comercializados en el país, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inversión china en México no se limita a la logística. Durante el primer semestre de 2024, China destinó 2,265.57 millones de dólares en 20 proyectos automotrices, representando el 18.3% de la inversión extranjera en el sector, según el Cluster Automotriz de Guanajuato. El 36.4% de estas inversiones se enfocaron en plataformas de electromovilidad, reflejando la tendencia hacia vehículos eléctricos e híbridos. BYD, líder en este segmento, planea construir una planta en México con capacidad para producir 150,000 unidades al año, buscando consolidar su presencia en el mercado local.
Estados como Coahuila, Puebla y Nuevo León lideran la captación de estas inversiones, con proyectos que generan más de 34,000 empleos. Marcas como Geely y Great Wall Motors también exploran la posibilidad de establecer plantas de ensamblaje en el país, aprovechando las ventajas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para exportar a Norteamérica.
La presencia china también impulsa la modernización del sector. La inversión en centros de desarrollo e ingeniería, junto con la adopción de tecnologías avanzadas, posiciona a México como un hub para la innovación automotriz. Expertos como Francisco Bautista, de EY México, estiman que las marcas chinas podrían alcanzar hasta el 25% del mercado para 2030, transformando el parque vehicular con opciones más seguras y menos contaminantes.