La cifra de fallecidos por la ofensiva militar en Gaza superó las 54 mil personas, mientras que los heridos sobrepasan los 126 mil, según reportes difundidos por el Ministerio de Salud de la región.
El conflicto ha dejado una crisis humanitaria sin precedentes. Hospitales operan con escasez de insumos, muchos centros de salud han quedado fuera de servicio y los equipos médicos trabajan sin electricidad ni acceso constante a agua potable. La Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre el riesgo de epidemias.
El 85 % de la población ha sido desplazada internamente. En su mayoría, las familias viven en refugios improvisados sin acceso a servicios básicos. La escasez de alimentos ha llevado a la población al borde de una hambruna, según alertó el Programa Mundial de Alimentos.
La ayuda internacional ha sido limitada. La Flotilla de la Libertad, compuesta por embarcaciones con suministros, fue interceptada por la marina israelí antes de llegar al puerto de Gaza. Naciones Unidas reiteró su llamado al alto al fuego y a permitir el paso sin restricciones de ayuda humanitaria.
Delegaciones diplomáticas de distintos países han solicitado una investigación independiente. Mientras tanto, continúan los enfrentamientos entre las fuerzas militares de Israel y las milicias armadas en la región.