En un alarmante giro del crimen organizado, extorsionadores como el exreo apodado ‘Kuki' están utilizando herramientas de inteligencia artificial para manipular datos e imágenes de migrantes desaparecidos. Según sus propias palabras, este individuo ha ganado hasta diez mil dólares por cada caso, aprovechándose de la vulnerabilidad emocional de las familias en busca de sus seres queridos.
Kuki revela que comenzó a extorsionar desde su tiempo en el Penal de Barrientos y, con el auge de la tecnología, ha perfeccionado su técnica utilizando fotomontajes y videos falsos. Su modus operandi consiste en obtener información de redes sociales, como Facebook, donde busca perfiles de familias que comparten detalles sobre sus desaparecidos.
El proceso de extorsión incluye la creación de audios y videos falsos, a menudo empleando nombres de organizaciones criminales para dar mayor credibilidad a sus amenazas. Se estima que, semanalmente, este tipo de criminales generan alrededor de 50 piezas de contenido engañoso, logrando estafar a decenas de personas.
La denuncia de una organización ecuatoriana ha puesto en la mira estos delitos, evidenciando cómo los familiares, en su desesperación por encontrar a sus seres queridos, pueden caer en estas trampas.