Cristal de Santos compartió su experiencia tras desvincularse del grupo liderado por Alex Marín, señalando una serie de tensiones internas y complicaciones legales durante el proceso.
De Santos relató que antes de tomar la decisión, ya enfrentaba un ambiente complicado dentro del equipo, con discusiones frecuentes, rumores, filtraciones y desconfianza entre integrantes. Uno de los momentos que consideró determinante fue cuando se difundió su ubicación en redes sociales. Fue entonces cuando decidió poner fin a su participación en el proyecto.
Indicó que, tras comunicar su decisión a Marín, él reaccionó de forma hostil y le advirtió que no podía abandonar el equipo, además de amenazar con quitarle el control de sus cuentas. A pesar de eso, ella intentó negociar una salida legal, ofreciendo una división de beneficios. Ante la falta de acuerdo, procedió por su cuenta.
Durante el conflicto, contó con el respaldo de Fernando, propietario de la productora, quien le brindó asesoría legal y apoyo para recuperar el acceso a su cuenta. Durante varios días se mantuvo en otro domicilio para evitar confrontaciones públicas.
Luego de retomar el control de sus redes, recibió una demanda por parte de Marín, quien la acusó de apropiarse de recursos. De Santos asegura tener pruebas de que ofreció lo correspondiente a su excolaborador, y niega haber cometido alguna falta.
Con el paso del tiempo, ambos coincidieron en una ceremonia de premiación, donde intercambiaron saludos sin mayor incidente. Desde entonces, no han vuelto a tener contacto directo.
Cristal de Santos afirmó que el proceso fue complicado, pero necesario para continuar con sus proyectos de forma independiente.