Las autoridades de Sudán recuperaron 3,800 cuerpos enterrados en patios y viviendas de Jartum luego de la liberación del estado el pasado 20 de mayo. Los restos, que habían sido sepultados en lugares no oficiales durante el conflicto armado, fueron trasladados a cementerios estatales. Esta acción busca registrar e identificar a las víctimas para su inclusión en investigaciones forenses.
Durante los enfrentamientos, la inseguridad impidió a miles de personas acceder a cementerios, lo que llevó al uso de espacios privados y públicos como fosas. De acuerdo con reportes oficiales, muchos de los cuerpos corresponderían a personas desaparecidas durante el control de fuerzas paramilitares en la región, en un contexto marcado por denuncias de ejecuciones extrajudiciales y tortura.
El comité responsable de la recuperación e identificación de los cuerpos está integrado por personal forense y representantes de seguridad. Su labor se desarrolla en medio de una crisis humanitaria provocada por el conflicto entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido, que ha generado desplazamientos masivos y miles de víctimas en todo el país.
