En Marte, el rover Curiosity descubrió azufre elemental en el canal Gediz Vallis tras un fallo mecánico que dejó expuesto un cristal amarillo.
El hallazgo se produjo cuando el vehículo pasó sobre una roca en la ladera del monte Sharp, donde se encuentran capas de sedimentos asociadas con inundaciones, deslizamientos y filtraciones subterráneas. Análisis posteriores confirmaron que el material no era sulfato ni un derivado, sino azufre en forma elemental, lo que contradice las teorías previas sobre la composición de la zona.
Este tipo de azufre requiere condiciones geoquímicas específicas, que no se consideraban presentes en el área. Los indicios sugieren que el agua pudo influir en su formación, de acuerdo con la evidencia estratigráfica y los bordes pálidos observados en las rocas.
El hallazgo no constituye prueba de vida, pero tiene relevancia científica, ya que en la Tierra el azufre es un elemento fundamental en la síntesis de compuestos orgánicos como aminoácidos y proteínas.