“DETERIORO CEREBRAL” ES LA FRASE DEL AÑO PARA EL DICCIONARIO OXFORD

La Universidad de Oxford ha elegido “deterioro cerebral” como la frase del año 2024, destacando el creciente reconocimiento de los efectos negativos del consumo excesivo de contenido trivial en la vida moderna, especialmente en plataformas digitales. La frase, que ha experimentado un incremento del 230% en su uso en comparación con el año anterior, describe el supuesto deterioro del estado mental o intelectual de una persona debido al exceso de material considerado trivial o poco desafiante, una problemática que afecta especialmente a quienes pasan largas horas frente a pantallas de teléfonos móviles, computadoras y otros dispositivos digitales.

El término “deterioro cerebral” refleja una creciente preocupación cultural sobre cómo la sobrecarga de información en línea, especialmente aquella que no contribuye al desarrollo intelectual o emocional, está influyendo en la capacidad cognitiva de las personas. Aunque el término ha ganado notoriedad recientemente, su uso no es nuevo: la primera vez que se documentó fue en 1854, cuando el escritor estadounidense Henry David Thoreau lo empleó en su célebre obra Walden, un manifiesto sobre la vida natural y la desconexión de la vida moderna. Sin embargo, su popularidad actual está vinculada al creciente debate sobre los riesgos de la vida digital.

Casper Grathwohl, presidente de Oxford Languages, explicó que el término refleja “uno de los peligros percibidos de la vida virtual”, haciendo referencia a cómo el contenido superficial y repetitivo puede afectar nuestra capacidad de concentración, reflexión profunda y crecimiento intelectual. En la era de las redes sociales y las plataformas de streaming, el consumo de contenido fácil y rápido ha aumentado considerablemente, lo que puede generar efectos negativos sobre el bienestar mental, desde la disminución de la memoria hasta la fatiga cognitiva.

La elección de “deterioro cerebral” como frase del año también pone de relieve cómo la sociedad actual está evaluando el impacto de la tecnología en la vida cotidiana. Grathwohl comentó que no es sorprendente que muchos votantes hayan adoptado este término, ya que refleja una preocupación compartida por los efectos de la tecnología en la salud mental y la conexión humana. En este sentido, la frase se ha convertido en un reflejo de la creciente necesidad de ser más conscientes sobre el tiempo que pasamos interactuando con dispositivos digitales, y de buscar un balance más saludable entre lo virtual y lo real.

La frase del año de Oxford 2024 fue seleccionada mediante un proceso que combina una votación pública y el análisis lingüístico realizado por los lexicógrafos de Oxford. “Deterioro cerebral” superó a otras cinco expresiones finalistas, como “demure”, “slop”, “dynamic pricing”, “romantasy” y “lore”, lo que muestra el creciente interés por la relación entre la tecnología y el bienestar humano. Esta elección también se alinea con una tendencia más amplia de reflexionar sobre el impacto que tienen las redes sociales y el contenido digital en la vida de las personas, especialmente en lo que respecta a la salud mental y la capacidad de atención.

El fenómeno de “deterioro cerebral” también destaca la transformación del lenguaje, ya que términos que surgen de la cultura digital se integran en el vocabulario común, reflejando cómo las preocupaciones sociales y culturales se plasman en el idioma. El año pasado, la palabra seleccionada por Oxford fue “rizz”, una abreviatura de carisma, que hace referencia a la habilidad de una persona para atraer o seducir a los demás, lo que demuestra el enfoque de Oxford por capturar las tendencias lingüísticas que marcan el tiempo.

Además de su aparición en el Diccionario Oxford, el término “deterioro cerebral” ha ganado relevancia en los medios de comunicación y el discurso público, siendo utilizado por expertos en salud mental y tecnología para discutir los efectos nocivos del contenido trivial. Este fenómeno también coincide con el crecimiento del movimiento de desintoxicación digital, que promueve la desconexión y la reducción del tiempo de pantalla para mejorar la salud mental y emocional.

En un mundo cada vez más interconectado, donde la información es instantánea y constante, el “deterioro cerebral” se presenta como una llamada de atención sobre la necesidad de equilibrar el consumo de contenidos digitales con prácticas que fomenten el crecimiento personal y la reflexión crítica. Si bien la tecnología ofrece muchas ventajas, la reflexión sobre cómo usamos ese poder es ahora más relevante que nunca.

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