DHS ADQUIERE FLOTA AÉREA PROPIA PARA GESTIONAR VUELOS DE EXPULSIÓN DE INMIGRANTES

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) firmó un contrato para la adquisición de una flota de aeronaves con el objetivo de reforzar las operaciones de remoción de extranjeros. La acción implica la compra de seis aviones Boeing 737, destinados al uso del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

El acuerdo, reportado inicialmente por The Washington Post tras revisar documentos y consultar con fuentes familiarizadas con la transacción, alcanzaría un monto cercano a los 140 millones de dólares.

Esta adquisición marca un cambio en el sistema de logística de ICE Air Operations, que históricamente ha dependido de contratos con aerolíneas chárter y compañías subcontratadas para realizar vuelos de deportación tanto a nivel nacional como internacional. Con la incorporación de estas aeronaves, ICE contaría con una flota propia.

Una portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, indicó que la integración de estos aviones permitirá a la agencia operar con mayor efectividad y establecer patrones de vuelo más eficientes.

La compra se realiza en el marco de la agenda migratoria actual del gobierno, que ha priorizado la detención y la expulsión a gran escala. Las cifras oficiales indican que las remociones han superado las 579,000 en el periodo de la actual administración. Los fondos utilizados para esta compra provienen de una asignación del Congreso destinada a la gestión fronteriza y migratoria.

La medida sucede en un contexto donde el gobierno ha reanudado vuelos de expulsión hacia terceros países, una práctica que ha sido objeto de debate legal y político en Estados Unidos. La reanudación de estas operaciones se produjo luego de que la Corte Suprema emitiera una decisión que permitió a la administración proceder con este tipo de traslados.

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