Este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una fecha que busca crear conciencia sobre los riesgos de esta enfermedad, que afecta a millones de personas en todo el mundo. La obesidad es una condición que involucra el exceso de grasa corporal y está relacionada con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
En México, la situación es grave. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020, el 75.2% de los adultos mexicanos tienen sobrepeso u obesidad, siendo el país con la prevalencia más alta de obesidad en América Latina y una de las más altas a nivel mundial. En cuanto a los niños, el 35.1% de los menores de 5 a 11 años sufren de sobrepeso u obesidad, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud a una edad temprana.
La obesidad no solo es un problema de salud, sino también un desafío social y económico. Los costos asociados al tratamiento de enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes tipo 2, son elevados y pueden tener un impacto en los sistemas de salud pública. En México, el gasto en enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad ha ido en aumento, representando una de las principales cargas para el sistema de salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la obesidad es una de las principales causas prevenibles de muerte en el mundo, y que es necesario adoptar políticas públicas que fomenten estilos de vida más saludables, como la promoción de la actividad física y la mejora de la alimentación en la población.
En este Día Mundial de la Obesidad, expertos llaman a la acción, tanto a nivel personal como colectivo. Se recomienda realizar cambios en los hábitos alimenticios, optar por una dieta equilibrada y aumentar la actividad física diaria. Además, se hace un llamado al gobierno y a las instituciones de salud para seguir implementando estrategias que ayuden a prevenir y tratar esta enfermedad, mediante la educación y el acceso a servicios de salud adecuados.