Donald Trump, ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, expresó que los gobiernos de México y Canadá están “avisados” sobre los efectos económicos que los migrantes tienen en su país. Durante una rueda de prensa en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, Trump mencionó que ha discutido este tema con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Trump destacó que las autoridades de ambos países deben tomar medidas para evitar la llegada de migrantes, argumentando que Estados Unidos pierde “una gran cantidad de dinero” con la situación. Además, insistió en que las posibles tarifas comerciales no afectarán la economía estadounidense, a pesar de las preocupaciones sobre su impacto.
El expresidente continuó afirmando, sin evidencia que respalde su versión, que muchos migrantes proceden de cárceles latinoamericanas, una afirmación que ha sido rechazada por grupos que defienden los derechos de los migrantes. Según estas organizaciones, los migrantes que llegan a Estados Unidos generalmente huyen de condiciones de pobreza y violencia en sus países de origen.
Trump también se refirió a su relación con México y Canadá, afirmando que, aunque mantiene una buena relación con ambos países, no se puede permitir que continúen los flujos migratorios actuales. Además, reiteró su compromiso de continuar la construcción del muro fronterizo con México, a pesar de que, según indicó, esta obra costará “cientos de millones” de dólares adicionales en comparación con el tramo anterior.
En cuanto a sus planes de deportación, Trump indicó que presionará a países como Venezuela para que acepten de vuelta a sus ciudadanos que hayan migrado a Estados Unidos, advirtiendo sobre sanciones económicas en caso de que no cumplan con esta solicitud.