Museos de referencia internacional han comenzado a incorporar estrategias de comunicación digital que involucran a figuras del entretenimiento y redes sociales, con el objetivo de ampliar su alcance y conectar con nuevas audiencias. Una de las más recientes fue la visita privada de la cantante Dua Lipa al Museo del Prado en Madrid, aprovechando su estancia en la ciudad como parte de su gira Radical Optimism.
Durante su recorrido, la artista compartió imágenes de su visita a la obra El Jardín de las Delicias, la cual afirmó es una de sus favoritas. La actividad se realizó con el museo cerrado al público y fue difundida por las redes oficiales del recinto como parte de una colaboración de contenido.
Este tipo de acciones forman parte de una tendencia creciente entre instituciones culturales que buscan adaptarse a los nuevos formatos de consumo y promoción. Según estudios de la empresa EVE, especializada en proyectos museográficos, estas estrategias incluyen visitas exclusivas, campañas con imagen de celebridades, generación de contenido conjunto para redes sociales y eventos especiales.
No se trata de un caso aislado. En 2020, la influencer italiana Chiara Ferragni fue recibida en la Galería Uffizi de Florencia, donde participó en una sesión fotográfica para Vogue Hong Kong y realizó una visita guiada por el director del museo. El contenido generado fue posteriormente integrado en la narrativa institucional del recinto.
Otros ejemplos incluyen a Jay Z y Beyoncé, quienes se han fotografiado junto a piezas icónicas como la cabeza de Nefertiti en el Neues Museum de Berlín, tras obtener permisos especiales. Estas apariciones, aunque no exentas de polémica, han contribuido a la visibilidad internacional de dichas instituciones.
El Museo del Prado ha sido reconocido por su estrategia digital, combinando divulgación académica con formatos accesibles para el público general. Expertos del museo, junto con creadores de contenido, desarrollan materiales en redes que explican aspectos técnicos, históricos y simbólicos de las obras expuestas.
Estas acciones se enmarcan en una política de modernización que busca posicionar a los museos como espacios activos de diálogo cultural, también en el entorno digital.