Un terremoto de magnitud 8.8 sacudió la península de Kamchatka, Rusia, el 29 de julio de 2025 a las 23:24 UTC, desencadenando alertas de tsunami en múltiples países del océano Pacífico. El epicentro se ubicó a 119 kilómetros al sureste de Petropavlovsk-Kamchatsky, a una profundidad de 20.7 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Horas después, un segundo sismo de magnitud 6.2 y la erupción del volcán Kliuchevskói intensificaron la situación en la región.
En México, la Secretaría de Marina emitió una alerta de tsunami para las costas del Pacífico, desde Baja California hasta Chiapas, con olas de hasta un metro esperadas a partir de las 2:00 de la mañana del 30 de julio. Las autoridades recomendaron evacuar zonas costeras y suspender actividades marítimas. Ensenada, Mazatlán, Puerto Vallarta y Manzanillo figuran entre las localidades en alerta. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que no se reportan daños significativos, pero instó a mantener la precaución.
En Sudamérica, Chile activó una alerta roja para toda su costa, incluyendo la Isla de Pascua, donde se evacuaron 300 personas. Perú cerró 65 puertos y playas, mientras que Ecuador y Colombia emitieron alertas para sus costas del Pacífico, con órdenes de evacuación en regiones como Nariño y Chocó. Las olas, que alcanzaron hasta cuatro metros en Rusia y Japón, podrían llegar a tres metros en Ecuador y Chile.
El sismo, uno de los más potentes desde 2011, causó daños materiales en Severo-Kurilsk, Rusia, incluyendo inundaciones en áreas portuarias, pero no se reportan víctimas fatales. Japón evacuó a casi dos millones de personas, aunque una mujer falleció al caer por un acantilado durante la evacuación. Las alertas se han reducido en Hawái y Japón, pero persisten en América Latina.