ED GEIN: EL CASO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA DEL CRIMEN EN ESTADOS UNIDOS

Ed Gein, originario de Plainfield, Wisconsin, fue arrestado en 1957 por el asesinato de la comerciante local Bernice Worden, en un caso que reveló detalles que impactaron profundamente a la opinión pública y al sistema de justicia penal. Su historia, basada en una serie de hechos documentados, influyó en la creación de personajes de películas como Psicosis, La masacre de Texas y El silencio de los inocentes.

Gein vivió la mayor parte de su vida en una granja aislada, bajo la influencia de su madre Augusta, una mujer con creencias religiosas rígidas y controladoras. La muerte de su hermano Henry en 1944 y el fallecimiento de su madre un año después, marcaron un punto de quiebre en su estabilidad mental.

La investigación comenzó cuando Worden desapareció el 16 de noviembre de 1957. El libro de ventas de su tienda contenía el nombre de Ed Gein como último cliente registrado. Cuando las autoridades acudieron a la propiedad de Gein, encontraron evidencias que lo conectaban con la desaparición y hallaron una gran cantidad de restos humanos en distintas formas de manipulación.

Entre los objetos encontrados en su residencia había cráneos convertidos en tazones, lámparas tapizadas con piel, máscaras faciales humanas, una bolsa con labios y un traje confeccionado con piel femenina. Las autoridades confirmaron que la mayoría de los restos provenían de cadáveres exhumados recientemente, los cuales, según el propio Gein, le recordaban a su madre.

Gein explicó que su objetivo era crear un traje que le permitiera “convertirse” simbólicamente en ella. Este comportamiento, junto con las condiciones en que se hallaba la casa, llevó a los expertos a concluir que padecía una profunda alteración psicológica.

A pesar del hallazgo de restos humanos correspondientes a al menos 15 personas, legalmente se le vinculó únicamente con dos homicidios. Fue declarado mentalmente incompetente para enfrentar juicio y pasó el resto de su vida en hospitales psiquiátricos, donde falleció en 1984.

El caso de Ed Gein representó un hito en la criminología moderna, al combinar aspectos de necrofilia, exhumación de cadáveres y patrones de conducta extrema asociados a traumas familiares. Su historia sigue siendo objeto de análisis en estudios criminales, psiquiátricos y culturales.

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